miércoles, 13 de febrero de 2013


Nuevos dioses

deslumbran la tierra.

El que traíamos ejerciendo

ha quedado antiguo, obsoleto.

El festejo por el nuevo advenimiento

no se hincará en la historia,

que precisamente

dejará de existir.

 

El engrosado mundo que se construyó

de victimas dejó de interesar

por falsedades y mentiras.

Cada vez se iba haciendo más difícil y complicado

el manejo de las ceremonias

sin destino.

La ausencia de resultados

y el triunfo de la resignación movieron al mar

que esparció la sal.

La sed hizo el resto.

 

4 de mayo de 2012. Villacañas (Mi tumba)

Hillyer Schürjin.

 

 

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