Nuevos dioses
deslumbran la tierra.
El que traíamos ejerciendo
ha quedado antiguo, obsoleto.
El festejo por el nuevo advenimiento
no se hincará en la historia,
que precisamente
dejará de existir.
El engrosado mundo que se construyó
de victimas dejó de interesar
por falsedades y mentiras.
Cada vez se iba haciendo más difícil y complicado
el manejo de las ceremonias
sin destino.
La ausencia de resultados
y el triunfo de la resignación movieron al mar
que esparció la sal.
La sed hizo el resto.
4
de mayo de 2012. Villacañas (Mi tumba)
Hillyer
Schürjin.
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